martes, 19 de mayo de 2020

Las pruebas con vehículos de la Unión Soviética.


La URSS quiso probar si sus vehículos soportaban las armas ...Esta especie de megacañón de impacto en la actualidad se sigue utilizando para comprobar los efectos de las deflagraciones sobre la nueva familia Kunga de vehículos de tierra no tripulados, pero durante años se ha utilizado sobre todo tipo de vehículos. Denominado UT-5000, este dispositivo es único en Rusia y se encarga de recoger la onda expansiva generada por una explosión de magnitud variable y dirigirla de manera directa sobre un objeto. La utilidad principal del UT-5000 es comprobar in situ la capacidad devastadora de una onda de choque sobre los vehículos, sus ocupantes y los sistemas. Si la Unión Soviética quería fabricar vehículos de combate a prueba de bombas sólo había una manera, y lo llevaron al extremo.
Al efecto de las propias ondas de choque también podían añadir un pulso electromagnético para simular los efectos de una bomba atómica, sólo necesitaban llevar al extremo la resistencia de la estructura añadiendo más material explosivo. Básicamente consistía en una estructura de hormigón reforzado, un túnel con un diámetro de 5 metros y unos 110 metros de largo en cuyo extremo inicial se situaba una plataforma para soportar las detonaciones encargadas de generar la onda de choque. Esta onda se canalizaba por el interior y en el otro extremo se colocaba el objeto que iba a ser estudiado. En el caso del vídeo, la demostración se hace sobre un pequeño coche que, al recibir la onda de choque, es lanzado a más de 10 metros de distancia.
La onda de choque es tan contundente que no sólo tiene efecto en el frente que recibe el impacto, sino que todo el coche que destruido. Las piezas del coche quedan repartidas a más de 150 metros. Y no sólo eso, sino que dejan objetos alrededor de la zona de impacto como la escalera y una garrafa de agua. Objetos que por supuesto sufren una aceleración súbita que los catapulta a decenas de metros.
El ejército ruso lo ha utilizado sobre todo para estudiar la viabilidad de los centros de mando móviles y su capacidad para mantener a salvo en su interior a los militares, sobreviviendo al impacto y sin que el vehículo volcase mientras tratan de conservar en funcionamiento los equipos. Parte del vídeo más extenso publicado por TV Zvezda muestra con imágenes de archivo cómo incluso un blindado de transporte de infantería BMD-1 de 7,5 toneladas es literalmente arrasado por la onda expansiva de una bomba nuclear. Mediante diferentes secciones de entre 1 y 3,6 metros, el enorme tubo americano puede digerir detonaciones de hasta 1.180 kg de explosivos para testar las piezas de las naves espaciales que se enfrentan a la reentrada en la atmósfera.

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