martes, 19 de mayo de 2020

Jochen Rindt: La leyenda. El campeón póstumo de la Fórmula1.

Un piloto austriaco nacido en Alemania, Jochen Rindt, iba camino de ser campeón del mundo. Ésta es la agridulce historia de Jochen Rindt, el único campeón póstumo de la Fórmula 1. Jochen nació en Maguncia, Alemania, en 1942, con la II Guerra Mundial se desarrollándose por toda Europa. Precisamente en un bombardeo aéreo de las fuerzas aliadas fallecieron sus padres, de modo que Rindt tuvo que mudarse a Graz, Austria, donde creció con sus abuelos e inició su pasión por las carreras.


Precisamente esta circunstancia hace que Rindt sea recordado como el primer campeón austriaco ya que, pese a que nunca tuvo dicha nacionalidad, corría bajo licencia austriaca. Lo del primer alemán campeón quedó vacante unos años más hasta que llegó un tal Michael Schumacher a pulverizar todos los récords. La andadura de Jochen Rindt en la Fórmula 1 se inició en 1964, cuando el equipo Brabham, perteneciente al tricampeón Jack Brabham, lo contrató para la disputa de una única prueba, el Gran Premio de Austria. Rindt hizo una gran calificación, colocándose decimotercero, pero tuvo que abandonar la carrera a pocas vueltas del final por problemas de estabilidad.

Con Lotus, tras un inicio titubeante, en la segunda mitad de año se produjo la explosión de Rindt, con un buen número de podios y su primera victoria, en el Gran Premio de Estados Unidos de 1969, sacándole 47 segundos al segundo clasificado y dos vueltas al tercero. Jochen había cerrado su primer año en Lotus en cuarta posición del campeonato con una victoria y cuatro podios, un bagaje nada malo para iniciar el verdadero asalto al campeonato del mundo en 1970. Y, efectivamente, Rindt ese año lo bordó. Mucho se tendrían que torcer las cosas para que Jochen no viese cumplido su gran sueño, ser campeón del mundo de Fórmula 1.

El Lotus de Rindt chocó contra el muro, rompiendo las piernas y clavando algunas piezas del monoplaza en el pecho y abdomen del piloto. Una hora después, el líder destacado del mundial, Jochen Rindt, fallecía en el traslado al hospital. El resultado del Gran Premio de Italia dejaba abierta las puertas a que hasta seis pilotos pudiesen coronarse como campeones, pero tras la disputa de la siguiente carrera, en Canadá, ya sólo el belga Jackie Ickx podía ser campeón, y para ello tendría que ganar las dos carreras restantes. Lo logró en México, pero en Estados Unidos, precisamente donde un año antes Jochen Rindt ganaba su primer Gran Premio, sólo pudo acabar cuarto.

La victoria aquel día fue para Emerson Fittipaldi, precisamente el joven piloto brasileño que Lotus acababa de fichar para reemplazar al propio Rindt. Fue la primera victoria de Fittipaldi, la primera piedra de un proyecto que le terminaría convirtiendo un par de años después en el campeón más joven de la historia. De este modo Rindt se convirtió no sólo en el primer campeón austriaco de la historia, sino que, sin saberlo, pasó a ser leyenda del deporte. Se convirtió en el primer, y esperemos que único, campeón póstumo de la historia de la Fórmula 1.

Formula 1's uncrowned king: Jochen Rindt | Motor Sport Magazine



No hay comentarios:

Publicar un comentario